A mitades de los años 80, en el seno del movimiento metálico se percibía un cierto cansancio. Las estrellas que habían brillado con luz propia desde principios de la década comenzaban a declinar o a pervertir su imagen y raices: los discos de Iron Maiden y Judas Priest ya no tenían la frescura de antaño, Scorpions se vestían de colorines y llenaban las listas de éxitos de tiernas baladas. Los grupos americanos, siempre esclavos de las modas, se hundian en el olvido, sustituidos por nuevos productos de las multinacionales. En esos años, el Trash Metal surgió como reacción al "ablandamiento" general de música e imagen en el metal: grupos como Metallica, Slayer o Kreator trajeron de nuevo la sobriedad en el aspecto y la fiereza en la música que parecía perdida.
Pero de aquella decadencia surgió algo más. Algo realmente siniestro, que en realidad llevaba años gestándose, pero que no había salido a la luz, oculto quizás por el enorme éxito de los grupos heavy tradicionales.
En el mundo del Metal siempre se ha jugado con lo satánico. Acusaciones de insertar mensajes blasfemos en sus canciones las tuvieron que sufrir ya los abuelos Led Zeppelin y durante los 80 fueron muchos los grupos que incluyeron en sus letras o portadas elementos satánicos. Como ejemplos bien conocidos, Iron Maiden, Black Sabbath (auténticos especialistas en el tema), AC/DC y muchos más. Pero aquellos no dejaban de ser meros juegos que pretendían mejorar las ventas por medio de la provocación y/o la fascinación que los temas oscuros provocan en el público joven.
Newcastle, 1979. Surge un grupo llamado Venom. Su música se desviaba de los cánones Heavy tradicionales: los ritmos eran frenéticos, la melodía inexistente y las voces rasgadas apenas parecían humanas. Los temas de sus canciones eran invariablemente satánicos. Sin embargo, en general las críticas vapulearon al grupo y el público heavy los ignoró. Pero la semilla negra ya había sido plantada. En 1982, Venom publica su segundo album. Su nombre: Black Metal.
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Principios de los años 90. En los USA el Metal es ya algo marginal. Lo que triunfa es el “grunge” de Nirvana o Greenday. En Europa, algunos grupos como Helloween, Gamma Ray o Blind Guardian, todos ellos alemanes, siguen manteniendo viva la llama del Metal tradicional.
Para entonces, la estética de los grupos Black empieza a afianzarse: largas cabelleras lisas, ropas negras, caras maquilladas de blanco y negro, adornos metálicos (preferentemente cruces invertidas, martillos y pentagramas). La música es atronadora, frenética, a veces simple y directa y otras más elaborada y recargada. Las voces son puros aullidos. Las portadas, siempre oscuras, varían desde sombríos paisajes nórdicos hasta sangrientas escenas de guerra y tortura. Los logotipos de los grupos son ilegibles, escritos en una caligrafía infernal. Otra de sus características son los apodos o nombres de guerra que los músicos utilizan, en ocasiones tomados de la mitología nórdica o incluso de la saga del Señor de los anillos de Tolkien.
El Black Metal, que se ha mantenido en Centroeuropa gracias a grupos como Celtic Frost, viaja ahora hacia Escandinavia, donde escribirá algunas de sus más negras páginas.
En Noruega, Euronymus, Dead y Hellhammer, miembros grupo Mayhem (“Caos”) toman el liderazgo del movimiento Black en su pais, orientándolo hacia una ideologia racista, pagana y anticristiana. Olvidando en parte el satanismo, proponen una vuelta a las raices vikingas, predicando el orgullo y la violencia frente a la piedad, que consideran debilidad. En 1991, el cantante Dead (un tipo que enterraba sus ropas para darles olor a cadáver) se suicida de un disparo. La fotografia de su cabeza destrozada fue portada del siguiente album del grupo, “Dawn of the black hearts”.
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Es entonces cuando Euronymus crea el Inner Circle, un grupo iniciático cuyo cometido principal es difundir la ideología pagana y racista en el Norte de Europa. Este grupo incorporará a muchos de los miembros de los cada vez más numerosas formaciones escandinavas de Black Metal y pretenderá controlar mediante la violencia cualquier desviación musical o ideológica de los grupos del género oscuro.
El grupo se reunía en un lóbrego sótano al que denominaban “Hell”, para celebrar fiestas bárbaras plagadas de violencia y depravación. Pero el Inner Circle no se iba a limitar a los discursos racistas o a las poses satánicas. En 1992, el grupo desata una guerra contra el cristianismo en Noruega: la preciosa iglesia medieval de madera de Fantoft arde hasta los cimientos. No será la única: en el plazo de cuatro años, ventidós iglesias son quemadas por la secta metálica en Escandinavia.
Pero la violencia no ha hecho más que comenzar: El 11 de agosto de 1993, Euronymous aparece cosido a puñaladas, en lo que parece ser una lucha por el control del Inner Circle. Son detenidos y condenados dos miembros del grupo, Varg Vikernes y Snorre Ruch, a su vez músicos en formaciones Black Metal. Otros dos miembros del Inner Circle son condenados por el asesinato de un homosexual. La policía no tarda en desmantelar el Circle y sus actividades. Hay más detenciones relacionadas con el movimiento de quema de iglesias. Se suceden los cargos: acoso a extranjeros, palizas, violaciones, propaganda antisemita, posesión de armas y explosivos…
Desde entonces la actividad del Inner Circle desaparece y los miembros que todavía siguen libres limitan su actividad al mundo de la música en grupos como Emperor, Dissection o Immortal, muchos de los cuales continuan sacando discos en la actualidad. Incluso Varg Vikernes, único miembro del grupo Burzum, sigue componiendo y lanzando discos desde la prision de Berg en la que cumple condena por asesinato. Hoy en día el autodenominado “Count Grishnackh” tiene su propia página web desde la que difunde su ideologia nazi y neopagana.
Para que luego digan que la música amansa a las fieras.
